Si, en su aleteo nocturno, las cortinas de tu ventana me llaman a seguir tu olor, entraré en tu cuarto, a postrarme dónde nadas en oníricos océanos.
Tu imagen se presenta difusa ante la luz de la luna, imagen de formas plenas de vitalidad fémina; el rosado fulgor de tu sangre en las mejillas y tu cuello descubierto es un llamado irresistible a mi inhumana sed de hacerte mía.
Solo saborear tu piel, tu olor al viento, rosar tu cuello con mis dientes y besar tus labios lentamente, hacen de ti una inagotable fuente de deseo.
Te prefiero así, distante, dormida, ante mí, indefensa y que en tu inconciencia sepas que te estoy tocando y mirando y lo permitas.
2 comentarios:
Que onda, muy interesante. Lo voy a poner en mi blog.
Saludos.
sabes eres lo maximo
siempre te recuerdo, siempre
pero solo seras mi lindo recuerdo
F.L.S.U.
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