ESTRELLA

Existir es una farsa bien montada.
Es una mala broma bien lograda.
Si las lágrimas lamieran las heridas
la memoria mordería debajo llagas vivas.

Fingir que no recuerdo, perpetrar el autoengaño,
como si el olvido fuera un premio.
En silencio, uno, su propio castigo exalta,
y así no sirve de nada indiferencia y distancia.

Ciertamente, estrella,
la casualidad se ha disfrazado de alegría.
Cuando dije nunca quise decir siempre.
Volví de ninguna parte, siempre estuve ahí.

En los inminentes naufragios de la mente
creo reconocer las sombras aun con vida,
ciertamente, estrella,
la credulidad se ha untado ahora

su disfraz de fantasía.

MARCO MEDINA